lunes, 17 de septiembre de 2007

ESTILO REAL



El estilo puede traducirse con infinidad de letras y existe desde siempre un deseo incontenible por encontrar la frase perfecta que describa el universo de creaciones que se esconden detrás de él. Actualmente, hay miles de ejemplos reducidos en nombres famosos que intentan, más no logran, presentar una imagen cuyo significado acabe con la efímera búsqueda de un ideal, sin embargo, los adjetivos célebres que se le han adjuntado a este término acaban por ser más un remedo de lo in (por no decir indigno) que un ferviente triunfo. Sienna Miller, Keira Knightley, las Olsen y una larga lista de estrella-das corren día con día bajo la insignia de lo chic, sin llegar al acto decoroso de la sofisticación, pero con una multitud detrás de ellas hambrienta de fashionismo existencial (lamento las susceptibilidades heridas, es sólo mi punto de vista). Sobra decir, el hartazgo que generan dichos rostros en mi rutina, no soporto verlas en las portadas de revistas, aunque vendan más que cualquiera, y no voy a darles cabida en mi sustancia criticando cada uno de sus respiros. Si quisiera detener los instantes para observar un retrato atemporal poseedor de las características obligadas de una chica con estilo, lo haría con la mujer que secuestra en sus movimientos el recuerdo de una grande y cuyo andar marca el conocimiento de la elegancia, su nombre... Charlotte Marie Pomeline Casiraghi Grimaldi.




De nombre impronunciable y belleza indiscutible, Charlotte surge con aires de enamoramiento noble y pinceladas de cuento de hadas, lo mismo enfrenta la dictadura de un reinado que los encantos mundanos de la tierra que pisa, por supuesto, con atuendos que van de la mano con el momento adecuado. Si su vida no es sencilla, sabe ocultarlo y si su atuendo falla, sabe imponerlo; nunca ha sido víctima de la voracidad vanguardista y contiene el olfato necesario para no sumergirse en la antigüedad de su abolengo.
Charlotte es dueña de una presencia arrolladora, un tanto melancólica con toques de sensualidad, por lo tanto, su estilo es una mezcla de lo que demanda cualquier joven fusionado con la clase que ilustran los genes y la individualidad del ser. Vogue USA y Vanity Fair la han incluido en sus respectivas listas de suprema vestimenta, aún siendo una pequeña, y yo añoro admirarla algún día en editoriales de Demarchelier y no de paparazzi. Ella sí tiene mi permiso. Estaría genial en un YSL de flores violetas haciendo castillos de arena bajo el atardecer de la Costa Azul o qué tal si la instalamos en el estilo de su abuela, Grace Kelly, y la enfundamos en un Christian Dior vintage mientras se reclina en un sillón de terciopelo para una fotografía blanco y negro.



De día se desliza en sacos y jeans, por la tarde baila en minivestidos y peep toes y en la noche flota entre plumas, canutillos y profundidad. No le teme a la altura de un par de tacones y besa tiernamente el erotismo de unas medias de seda, la chica lleva lo clásico en la sangre pero con destellos de modernidad, el linaje se prenda de su sonrisa y la rebeldía de su sombra.
Colores de bajo perfil, accesorios exquisitos y telas arrolladoras son algunos detalles complemento de su vanidad; el maquillaje es sutil y el cabello delicadamente natural; sin faltar Chanel, Valli y Chloé siguiéndola por donde ella ordene. El apellido es un peso que ha aprendido a guardar en magníficos bolsos, a veces índice de la enormidad y otras acento de la modestia. Las gafas vintage de Ray Ban esconden la inevitable apariencia de una princesa, aún cuando la hermosura parezca no ser del todo prolija. Las bufandas largas y gruesas recorren el torso con distinción mientras repelen los vientos del Viejo Continente. Y los diamantes brillan a la par de una noche que marca el refinamiento concedido a las galas de alcurnia.




La adorable monegasca es inspiración de creadores y obligada invitada de los front rows, sin embargo, su espíritu no roba cámara... no... ella desafía la soberbia y arrogancia encontrada en las demás rubias celestinas que aparecen sonrientes bajo la luz cegadora de la fama. A diferencia de las otras, Charlotte monta caballos, no lo que se mueva. Sus partes íntimas siguen siendo íntimas y uno puede fácilmente perderse en la sustancia de su mirada para jamás encontrarla con la mirada perdida por las sustancias, es decir que su ritmo se escucha más por el lado de Vanessa Paradis que por el de Fergie. Aunque en ocasiones parece aburrirse sumergida en los sueños creados por una imaginación a la que no le falta nada pero que añora mucho, haciéndolo con la tremenda desfachatez de una princesa que se encuentra sentada en el lugar privilegiado que le reservan durante los desfiles de Karl Lagerfeld.
Pero es Charlotte, la niña consentida de Mónaco. No hay nada que no se le permita, así como no hay nada que se le compare. El silencio de su distinción retumba más que el obligado glamour del brillo espectacular de actrices y cantantes. Su mejor arma es existir y su huella madurará con los años, logrando la evolución concreta de una musa de infinito carácter y tradición. El tiempo será el mejor aliado de su muy personal método chic y seguro le otorgará la aprobación de más de un detractor. Además habla francés y eso tiene que hacerla aún más irresistible.



Y sí, tiene buen cuerpo... ·%&$(?@/" ¡Maldita sea!. Les dejo un regalo para satisfacer el morbo.


martes, 11 de septiembre de 2007

EL ANGEL CAÍDO


El nuevo Marc, fotografiado por Koto Bolofo.

La vida nunca ha sido fácil, existir resulta un difícil arte y cometer errores, una rutina inagotable. Marc Jacobs no es la excepción, afortunadamente él cayó de la gracia para convertirse en la gracia misma, nunca conoció la bondad del paraíso y, sin embargo, hoy goza de las mieles del genio sublimado.
Nació un 9 de abril de 1963 en la ciudad de Nueva York, su abuela le enseñó a coser y tejer, pero fue su interior quien le enseñó a crear. Fue entonces que comenzó una historia cuyo final permanece incierto, pero cuyo desarrollo ha mantenido la bipolaridad del obligado sufrimiento con la suntuosidad del triunfo. Y es que el reflejo de un espejo jamás es convincente, no importa si refleja la grandeza de una mente, al final siempre hay un detalle o un todo que nos hace querer no mirar. Jacobs luchó contra su propia imagen, "qué mas da si después de todo nada mejorará", así pensaba y así actuaba. Quién no lo recuerda al término de cada desfile asomarse unos cuantos segundos, desgarbado, tímido y desaliñado. No podía haber mayor contraste entre sus colecciones y su persona, clásico enfrentamiento entre el cool chic y el abandono víctima de la inseguridad.


Polos opuestos

Nadie escapa de sus miedos, el temor no respeta, ni siquiera al diseñador más aclamado, Marc Jacobs es el escritor de una historia que ha marcado a muchos... a todos... a él. Invitado eterno del ojo del huracán, del centro de las miradas, un día son sus diseños los que se someten a juicio y en un instante ya es su apariencia la que está siendo destrozada. Por qué no aceptamos el brillo de una esencia tal cual es, por qué hay que escudriñar en su existencia como si la nuestra fuese perfecta y por qué nos gusta menos su trabajo si él parece modelo de revista.
Discípulo del legendario Perry Ellis; estudiante consagrado de Parsons (Design School); amigo incondicional de Sofia Coppola, Winona Ryder y Scarlett Johansson; presidente de su propia corporación, Jacobs Duffy Designs Inc. Todo ésto y más es Marc Jacobs. El hombre que logró levantar de la cama, y sin pagar nada, a Linda Evangelista y Naomi Campbell en 1994 para su primera colección ready-to-wear. ¿Más claro? Imposible.


Desfile Primavera-Verano 2008 de Marc Jacobs.

Su interior está intacto, Marc es el mismo chico que no supo que era gay hasta que otros lo bañaron en burlas, ese cuya infancia no quisiera recordar y que a veces se siente mejor con el fracaso de otros, ese que vive con la maravillosa idea de que cualquier tendencia es hermosa porque imprime la individualidad de quien la porta. Entonces, admirable deberá ser la persona que combate consigo misma para otorgarse el triunfo de las virtudes sobre los vicios, sobre todo si además cuenta con la creación de prendas adorables.
El día llegó, el reloj marcó la hora, las voces no pudieron callarse y Marc Jacobs cerró la Semana de la Moda en Nueva York. Aquí viene sigiloso el escrutinio, las lenguas dicen "una colección incomprensible sin el sello personal", otras cuentan "un paso adelante, sexualmente arrebatadora" y yo sólo observo caer los estigmas sobre una piel que saldrá inmaculada. La moda juzga enseguida y comprende demasiado tarde, sin embargo, se rinde y ama aunque sea en el fondo. Por mi parte, dejo al resto la tarea de criticar, yo prefiero admirar y entonces escribir.


Una década de estilo, Marc Jacobs (arriba) y Louis Vuitton (abajo), 1997 a 2007.

Un estadounidense que conquistó Europa, un chico que le dio vida a un grande (Louis Vuitton), un hombre que entendió a la mujer, Marc ha recorrido el camino que se le marca sólo a quienes pueden forjar un legado sin final y a quienes jamás liberarán su inspiración porque se ha convertido en la presa ideal de nuestros deseos. Sus sueños vienen con logos, grunge y un toque de perfume, sus manos dibujan la perversidad de la dulzura y la austeridad del lujo, Jacobs se instala en el pedestal de la visión y nosotros veneramos su espectáculo. Ahora además de devorar sus colecciones puedo devorar su apariencia porque aceptémoslo... luce encantador y en este Infierno si el empaque viene con lazo de seda será porque abraza el infinito valor del brillante que esconde dentro. Así Marc Jacobs existe maravilloso.

martes, 4 de septiembre de 2007

¡JOYEUX ANNIVERSAIRE!


Mademoiselle Coco Chanel calzando sus Souliers.

Cada paso tiene un destino diferente, cada paso guarda nuestro pasado y marca nuestro futuro, cada paso nos brinda el inevitable regalo de la vanguardia. Sin embargo, no todos los pasos se viven igual, hay algunos temerosos, otros firmes, los hay volátiles, desgarbados, débiles, sensuales... chic.
Los Souliers dirigen un destino propenso a no fallar y dibujan el camino de un éxito implacable porque comprenden un capricho y lo transforman en belleza, aún después de 50 años, su esencia encanta y su espíritu vuela. No hay pies que se resistan a su arquitectura, así como no hay mujer que no quiera ser hermosa y Coco Chanel lo sabía, haciéndose dueña de la cualidad más enigmática de todas: la inteligencia. Tradujo todos los suspiros, recreó todas las ideas, entendió todos los llamados y vistió todas las almas; dejó su propio cuerpo para dedicarse a otros e imaginó soberbiamente un calzado inmortal.


Katherine Hepburn como Coco Chanel en "Coco", el musical 1969.

Larga vida a los clásicos que superan adversidades, tiempos, cambios y humores, que después de todo existen porque el deseo permanece y las ganas de sentir no mueren, los Souliers buscaron la forma y encontraron la eternidad. Sus características hicieron de la mujer un diseño perfecto, largo y delicado; su color negro en la punta obsequió feminidad, al mismo tiempo que encontraba inspiración en el calzado masculino, dualidad que siempre idealizó la mente de Mademoiselle Chanel; y su restante color beige otorgó la infinidad a aquellas piernas que se rehúsan a terminar.
Para la elaboración de un ícono como este se requieren de 40 horas de trabajo manual y la sutileza de un zapatero francés llamado Raymond Massaro. Actualmente, las generaciones no abandonan el valor de un pensamiento y todavía hoy Massaro ayuda a Karl Lagerfeld a reinventar las situaciones.
Pocos accesorios poseen el suave toque de la elegancia conjuntado con el necesario descanso de la comodidad y Gabrielle no reparó en que sus escarpines contaran con dichas cualidades, atreviéndose a llevarlos aún cuando el decoro durante la época de la posguerra exigía el absurdo mandamiento de portar los zapatos del mismo color que el atuendo. Coco Chanel desafió y el mundo entendió.


Caminando por Paris en 1962.

Muchos querrán descifrar el interior de esta diseñadora francesa, su soledad, sus palabras y su gran mito desconocido, yo sólo quiero llevarla a través de sus creaciones, admirarla por su trabajo y extrañarla por lo que pudo ser. Este año una de sus aportaciones genera miles de historias (Vogue septiembre) y convence a miles de rostros de la gran hazaña del mundo de la moda, ese que ha sido construido por medio de colores emblemáticos, de cortes arrebatadores, de nombres memorables y de zapatos delicadamente superiores que aguardan un par de cómplices para nunca abandonar la conciencia de nuestras pisadas.

miércoles, 29 de agosto de 2007

EL INFIERNO ES AZUL


Portrait Yves Klein

Hay colores que desafían el tiempo, hay artistas que detienen los instantes y hay vestidos que lloran en azul. Los pensamientos surgen del azul de las ideas y en la mente del poeta, las lágrimas y las sonrisas se apoderan de un sólo nombre: Yves Klein. Había que redecorar el infierno y la muerte actuó de inmediato. Corta fue su vida pero infinito su legado. Ahora los ojos del mal también miran en International Klein Blue y los espíritus se han acostumbrado a flotar sobre llamas incompletas. Nuestro averno nunca ha sido rojo por una sencilla razón: el azul es todo lo queremos que sea. No tiene límites al igual que la mente de Yves, además es el que más nos gusta. Y es que al admirarlo encontramos la calma de los aires y la fuerza de los océanos; la sensualidad del sexo y la belleza de los géneros; la ternura de la infancia y la sabiduría de los años... hallamos lo que el corazón desea sentir.


Homenaje editorial directo desde Vogue y Harper's Bazaar

La moda vive de los colores porque las telas no respirarían sin ellos, la historia no sería la misma sin el rojo de Valentino o el negro de Chanel, nosotros no seríamos los mismos. El Azul Klein le dio al fashionismo un equilibrio inesperado, algo que tal vez ni siquiera el propio artista habría imaginado, la rendición de los diseños y de los creadores mismos ante la grandeza de un silencio cuyos gritos sólo serán escuchados por los ojos. Tan apasionado como el rojo y tan clásico como el negro, dejó a un lado la explosión de una tendencia porque (aunque ya muchos lo hayan mencionado) AQUÍ es para siempre. Yves Klein creó un color al mismo tiempo que creaba un símbolo, sin saber que el cielo de Niza, fuente de su inspiración, más tarde sería el reflejo del infierno y que su obsesión por pintar la bóveda celeste lo llevaría a darle color a nuestras almas.


Azul extraído de la mente de Theyskens para Rochas

Si Klein alguna vez bañó en azul a las mujeres para utilizarlas como pinceles, ahora los diseñadores las envuelven para zurcar la atemporalidad de la elegancia sin recurrir a lo obvio, porque la moda, al igual que el arte, une la mente y el cuerpo, sobre todo si es el femenino. Aunque, Yves alguna vez dijo que su creación monocromática era una forma de entrada hacia lo inmaterial, quién diría que un día el ámbito "más material" de todos le rendiría pleitesía. Eternamente mortales, así somos Diable y yo cuando vamos de azul, y si nosotros lo somos, por qué no habríamos de darle ese privilegio a los reyes, los superhéroes, los artistas, y a todos aquellos que se atrevan a hacerlo suyo. Dentro de él hay poder, tranquilidad, frialdad, soledad, todo dependerá de la esencia de quien lo lleve. Dejemos que sea él quien refleje el ritmo de nuestros latidos.


Almas icónicas, por supuesto, en azul

Un Donna Karan, un Stella McCartney, un Oscar de la Renta, tantas posibilidades y tanta la necesidad de lo chic, creaciones de temporadas específicas que podrán usarse cuando el gusto lo requiera y sin formar parte del olvido porque el Klein Blue brilla más en primavera y calienta más la sangre en el invierno. Su presencia es intensa y sólo requiere del roce sofisticado para levantar cualquier atuendo. Los pasos de Ghesquiére ya caminan sobre el azul de los asfaltos y el peso de Hermés ya lo lleva una Birkin sobre el azul de su espalda. La suavidad de las pieles contrastan con su tono, no importa si es el ébano de Alek Wek o el marfil de Jessica Stam, un color noble que respeta la individualidad de los seres y que nunca nunca pasará de moda porque ya forma parte del estilo. El IKB no ha salvado al mundo de la destrucción pero lo ha hecho más hermoso y cautivador, miren el azul cuando lo topen y algo habrá cambiado en su interior, vístanlo de vez en vez y estarán más cerca de la vida.



Blue catwalks: DKNY, Stella McCartney, Oscar de la Renta,
Jil Sander, Lanvin y Phillip Lim.

Esto es para ti, Diable. Por la luz azul de nuestras miradas y porque aquello que ha muerto no mate tu esencia. Eres eterno y la vida necesita de ti tanto como tú de ella. Observa el camino que te falta por labrar y la sonrisa de los tuyos, la cual se esboza en gran parte porque tú la inspiras. Brindemos por que las cosas nunca sucedan en vano.

domingo, 19 de agosto de 2007

DE-LILY-CIOSA


Runway close-up para Rochas y Alessandro Dell'Acqua

Hasta donde yo sé soy mujer (no importa lo que diga mi Lord, no lo escuchen) y mi corazón y mi cuerpo están cedidos a un hombre maravilloso, sin embargo, no puedo evitar las palpitaciones y el suspiro enternecedor cuando veo a esta semi diosa de las pasarelas y cuya imagen editorial la hacen hoy por hoy una de mis top-top-top-top-top-top. ¡Ay, Lily! Si yo fuera hombre... bueno, aunque no lo sea (evito los pensamientos sucios porque tengo padre y madre y no los quiero en estado vegetativo). Para ti esta pequeña dedicatoria cibernética y para todos los demás tu belleza esculpida por el mundo del fashion.
Cierren los ojos y escuchen un acento inglés, ábranlos y admiren esos distantes ojos azules que transmiten miles de ideas y pensamientos. Soy dulce, soy altiva, soy inocente, soy poderosa... soy Lily Donaldson. Nacida en Inglaterra y con tan sólo veinte años, esta digna representante de las pasarelas ha suavizado los pasos de la incansable y ardua búsqueda de la hermosura hecha mujer.

Beautiful cover face: Numéro y Vogue Italia

Larga como el tacón de unos Louboutins, rubia como un vestido de Nina Ricci y etérea como el recuerdo de Jeanne Lanvin, Donaldson forma parte de una nueva generación de modelos cuyo glamour viene de su pasado y no del flashazo absurdo de un montón de fotógrafos ávidos de arrogancia (ver portada de Vogue USA mayo, por si acecha la duda). Admiro su capacidad de cambio, ella no es la misma nunca aunque nunca deja de ser ella, así son las modelos elegantes y no esas que para todo abren la boca, entrecierran los ojos y ponen cara de "orgasmo". Si no conocen este rasgo, sírvanse abrir una revista como Infashion, Elle México, Cosmopolitan y varias más. Mrs. Donaldson posa como las grandes, cada imagen suya representa un "algo" distinto, sabe transmitir la genialidad del diseño y la visión del gremio editorial. Dentro de esta topmodel vive una presencia poderosa, esa que aquí en "El Infierno" le regalamos a los magnos para que hagan del mundo un lugar inspirador a pesar de todo.

Polos opuestos

En fin, continuando con mi de-"lirio", ella camina sobre las pasarelas como imagino caminaban las ninfas de la mitología griega, mi Diable y yo la enseñamos a deslizarse entre las llamas y nunca perdió el aire infatuado de los espíritus. Su personalidad se funde con los diseños de Gucci, Chanel, Valentino y Dior, aporta la sensualidad necesaria para un Versace; regala un toque de sofisticación parisina a YSL; surge con desenfado juvenil para Chloé; y ciñe su cintura al ritmo de Dolce & Gabbana. Entre la ropa y ella no existen los celos, Donaldson es una sirena que nada en un mar de prendas las cuales sólo aguardan su silueta para cobrar vida. Eres un maniquí simplemente encantador y adoro verte mientras me siento en primera fila. Por eso hoy te toca ser la favorita de entre todas las muñequitas de mi colección, con las que mi Belcebú se divierte de vez en cuando y cuyos nombres tal vez les suenen familiares: Coco, Raquel, Doutzen, Sasha, etc. Y por si todo esto fuera poco, hace unos cuantos días VOGUE la nombró una de las diez mejor vestidas en style.com. ¡Très chic!

Walking for Versace, YSL, Chloé y Dolce & Gabbana

Ya sedujo a los grandes de la lente y esque no hay cámara que resista su sonrisa, su indiferencia y su provocación. Déjenme decir que he querido abrazarla y otras tantas someterla, la odio y la amo, la envidio y la admiro, todo eso y más me produce verla en campañas para Burberry, Jil Sander y Topshop. Qué placer observarla tan simétrica en Lanvin y a la vez tan desafiante para Cavalli. Le faltan portadas pero es largo el camino y mucha la modelo, prometo desnudarla y mandarla directo a W o Vogue París, con unos Manolo altísimos, los labios pintados de rojo Chanel y en pose de diva asustada para todos ustedes mortales. Se aceptan sugerencias si es que al ver a esta señorita no han podido evitar echar a volar su imaginación, recuerden que aquí todo lo perversamente chic es bienvenido y no hay nada como el trabajo en equipo.

Fashion ad-campaigns and Lily

Y antes que lo olvide, Mademoiselle Donaldson, este es un mensaje para ti: Aprovecha bien tu tiempo mundano porque pronto necesitaré alguien que cepille mi cabello... Gisele ya se cansó.

domingo, 12 de agosto de 2007

CHOCOLATE

Tentación de chocolate y piernas. Si la ven no la muerdan... es mía!!!





Alek Wek para el Calendario Pirelli edición 1999. Del desaparecido en tierra y eterno fiestero acá abajo Herb Ritts.


Je je... una tentación con las piernas más eternas del universo fashion. Regalo de mi para ustedes. Es Alek Wek, la mujer gracias a la cúal los flashes revolotean y los diseños de Dior Haute Couture se ven todavía más espectaculares. Alek además tiene la historia más adaptable a película del mundo. A los catorce años dejó Sudán para viajar a Londres como refugiada. No sabía usar un toillete y tampoco que era el papel sanitario. Padecía soriasis lo cual le ganó el apodo de "lagartija" entre sus compañeros de escuela. Trabajo en la BBC... limpiando baños. Un día una mujer se le acercó y le dio su tarjeta. Un -Has pensado en ser modelo???- retumbaría en su mente tanto casi como los flashes que ahora la rodean en cada pasarela. El resto es historia. Alek ha sido considerada modelo de la década y una de los cincuenta rostros más influyentes de la moda según i-D en los noventas y es de lás únicas junto con Kate Moss que siguen modelando constantemente. Participa en labores humanitarias para organizaciones como Medicos sin fronteras y la ONU en su programa de apoyo a refugiados. Alek además abrió la puerta a modelos como Koko, Sosheba Griffiths y Ayuma Nansayana.

Alek,,, una de mis demonias favoritas... ja ja.







Ayuma Nansayana, Koko y Sosheba Griffiths en el desfile de Vivienne Westwood Fall 2007-08

domingo, 5 de agosto de 2007

"I LIKE TO BE NOW"

Colección Resort 08

Mirando las colecciones Resort para el próximo año, me he topado con un par de outfits que han dilatado mis pupilas. El primero, ideal para hacer mi trabajo "del diario" en el quinto infierno; y el segundo, óptimo para buscar víctimas al más puro estilo de una "lolita" mientras mi Diable descorcha una botella de champagne. ¿Su creador? Uno de esos diseñadores de los que se habla poco pero cuyo talento es vasto y al que hoy dedico este espacio.
Giambattista Valli, italiano de nacimiento y ex-diseñador de Emannuel Ungaro, ha creado una forma distinta de abordar una de las cualidades más primitivas y obvias de la mujer: la feminidad. Maestro en el arte del volumen y digno representante del buen corte en las prendas, Valli presenta una silueta llena de espacio, detalles y sofisticación.
Una mujer que se desliza por las calles con un vestido ceñido al cuerpo y zapatos de tacón resulta inevitable de admirar, pero admirarla aún con un vestido de corte trapecio o campana y seguir representando la misma sensualidad es resultado de un diseño de Giambattista.

Outfits que saqué a desempolvar

El equilibrio entre la estructura y la suavidad es característica de primera fila dentro de sus presentaciones, logrando así resaltar la belleza de la confección surgida de una mente que cae rendida ante los encantos de lugares como India y Japón. Espiritualidad y modernidad al mismo tiempo o como él mismo dijo: "Me gusta que algunas de mis prendas sean tan filosas como un cuchillo y otras tan suaves como una galleta".
Largo ha sido su andar desde sus años como estudiante en escuelas reconocidas de Europa: European Design Institute y Saint Martin School of Art. Aprendió a jugar con el humor de las telas, característica que le valió el puesto de diseñador senior para la línea Fendissime de Fendi, para el Prêt-à-Porter de la casa Krizia y, como ya he mencionado, para Ungaro. Afortunadamente, ahora diseña para su propio nombre y, lo mejor de todo, por su propia voz. Claro, sin dejar a un lado la importancia del negocio que es el mundo de la moda, con colaboraciones para la creación de un teléfono celular con Nokia y otra para artículos de piel con Smythson.

"Valli of the dolls"

Colores dignos de una pintura de Warhol, looks salidos de una película de Fellini, reminiscencias de Halston, musas a lo Jane Birkin, ese es el mundo de Giambattista Valli y así son sus mujeres. Por lo tanto, no es de extrañar que entre sus admiradores se encuentren celebridades y modelos cuyo estilo es firme y desenfafado a la vez: Sarah Jessica, Daria, Gemma, Scarlett y varias más, incluída esta Diablesse.
Giambattista Valli se inspira en el pasado... a través de viejas ilustraciones de Dior y de imágenes de Saint Laurent, piensa en el futuro sólo lo necesario y vive en el presente como buen contemporáneo. Sin embargo, su trabajo es para usarse hoy y por siempre, es decir, que en él no vive un diseñador víctima del momento superfluo de una colección exitosa. Dentro de él habita el suspiro de los grandes que aún no lo son, la pasión de un romance que comienza y el infinito idílio entre la elegancia y la belleza. En fin, para mi mente perversa y ecléctico estilo, un artista que merece ser observado, alabado y vestido, pero sobre todo, digno de un lugarcito en este su "humilde" leviatán. He dicho.

Monsieur Valli a todo color