EL PERDÓN

Todos ustedes lo merecen. Diable y yo, tal vez no tanto. La vida nos ha amarrado a su dichoso ritmo y nos ha obligado a abandonar el hogar que forjamos. Las palabras pronunciadas no son más que la justificación de un par de tontos que se han dejado llevar por la obligación. Volveremos pronto: renovados, viejos y cansados. ¡Habrán de disculpar!

LA CALMA

Les robo cinco minutos. Porque quiero detener el tiempo y acercar la suavidad de la belleza. El instante fotográfico muere ante la seducción de las cámaras. La playa y el atardecer, mágica delicia. Natalia, Daria y Kate, hechizos volcados en mujer. David Yurman es el pretexto perfecto para uno de mis momentos favoritos. Déjense arrastrar por el silencio de las olas y de los accesorios.

UN DAVID

El halo mágico que rodea a los genios es quizás eso de lo que tanto han hablado por los siglos de los siglos los cuentistas y los historiadores. Eso que ha llevado a los hombres a nombrarles ángeles para no entenderles como dioses auténticos. Eso que otros han llamado locura para señalarles el camino sin siquiera pretenderlo.

En el Infierno la locura y el talento han sido siempre la mejor excusa para celebrar la eternidad de la belleza. Sí, porque la belleza es tan eterna como lo dicte nuestra consciencia y nuestro sentimiento. Por eso aquí los genios como David Hockney son los mejor recibidos.

Estas letras sin embargo no están dirigidas a encumbrar aún más el trabajo de este gran hechicero del pincel y la pintura, no, son simplemente un sencillo momento, un instante en que este diabólico lugar se detiene a recordar el estilo de un gran hombre. Sólo eso, que de su obra hablen los demás, todos los que han muerto viendo sus cuadros, aquí hoy, sólo sonreíremos mientras miramos un poco más allá de todo lo que nos dijo y nos dice siempre, con sus poses, con sus manos cruzadas, su cabello blanco, sus lentes de pasta, sus playeras a dos rayas y cuellos blancos inmaculados...

Su genialidad sale a flote con tan sólo mirar un poquito más allá, cuando enciende un cigarro, cuando su mirada pregunta y se contesta a sí misma. Es como pocos y al mismo tiempo como todos... hechicería humana en carne mortal.

Y justo cuando uno piensa que recordarle sería el más inmediato esfuerzo llega alguien, un genio de otro tiempo, para recordarnos que la inspiración es el regalo más grande y el homenaje más puro hacia alguien.

Cardigan de Marc by Marc Jacobs... homenaje de un genio a otro

DETRÁS DE UN ALAIA

Cada integrante de VOGUE París representa un deseo terrenal de ser y vestir, todas han pasado por la mano-lente de The Sartorialist adueñándose de nombres que labraron un pasado y que hoy ponen de moda el presente: Balenciaga, Balmain, Azzedine Alaia. Hoy muchos amantes sin amor pronuncian ese último nombre con respeto hipócrita, con la falacia de conocerle sólo porque Roitfeld lo lleva puesto y con la admiración momentánea de quien reconoce un vestido bonito.

Azzedine Alaia lleva dibujado alrededor de los ojos el cansancio marcado por su origen tunecino que lo aleja del estereotipo de un representante del diseño. Como todos, vivió inspirado por mujeres cercanas que inmaculaban el pensamiento chic de un pequeño en ascenso creativo cuyo pasatiempo favorito era el de leer VOGUE. Como pocos, Alaia construyó el camino eterno de una pasarela encerrada en los pensamientos irrefrenables de su propia esencia, allá por los años cincuentas, lejos de celebridades, instantes y primeras filas.
Él escogió París como su hogar, sin darse cuenta que tal vez París lo escogió a él como su genio. Genio. Palabra extensa que sólo puede utilizar una mujer que ha portado un Alaia, con su historia desconocida y su explícita sensualidad. Roitfeld tiene la personalidad arrebatadora pero es un Alaia el que abraza sus curvas y expone su sexo. Construído por Azzedine, inspirado por Balenciaga y enamorado de Madame Vionnet. Detalles a flor de piel que esconden la maestría del corte y la nobleza de las costuras. Lejos de la maravilla del zapato está la tradición del vestido.

Y así la dama que conoce al verdadero modisto espera por sus colecciones, sentada desnuda porque no hay otra tela que enamore su silueta como ésa que es unida con precisión y sustancia por las manos que más allá de dibujar necesitan zurcir. Azzedine Alaia se toma su tiempo, lo convierte en su amigo para después hacerlo su cómplice, tal y como lo hizo en 1992 cuando tardó tres meses y medio en mostrar su colección. Pero todos aguardaron pacientes porque todos querían admirar el sueño vestido de cuero, punto y encaje.

Los ojos vírgenes de quien no ha observado su labor se rinden ante el absurdo encanto de una estrella fugaz cuando en realidad debieran encumbrar la belleza del conocimiento atrapado en la pureza de las formas. Muchos podrán diseñar una falda, pero sólo unos cuantos pueden crearla. Sus musas son las telas, mientras las figuras espectaculares de Greta Garbo, Naomi Campbell y Madonna son sus maniquíes. Moldear el cuerpo es el credo que profesa bajo la inventiva de nuevos materiales, en 1994 presentó el epítome de un vestido largo elaborado en "houpette", material stretch que enaltece las virtudes de un cuerpo prolijo. El ideal de un Alaia.

Azzedine posee la irreverencia de vivir su propia moda, de dedicarle el más profundo rendimiento, pero con la burla oculta del desdén hacia la exhibición mortal de las tendencias. Alguna vez surgió tras los grandes apellidos de Dior, Mugler y Laroche, forjando el suelo que pisan las más hermosas diosas envueltas en sus obras, hoy desafía la exactitud de las temporadas y se comporta como el espíritu más fiel a sí mismo. La actualidad le otorga el regalo efímero de la fama, pero es el trabajo realizado durante medio siglo el que corona el verdadero valor de su existencia. Sin tiempo ni espacio, sólo Azzedine Alaia, el pequeño gran hombre.

INOLVIDABLE

Hubo una vez una VOGUE, venía de la Ciudad Luz, caminaba erigiendo el estandarte seductor de una mujer llamada Kate. Su corazón latió para todos al ritmo de una mirada, la de Hedi Slimane capturando a una niña rusa. No hubo palabras que no inspirara, todos decían amarla. Pero era otro poema el que sedujo a la maldad, la prosa "Divina" de vestidos en el viento. La sensualidad británica y la languidez de un cuerpo vestido de Haute Couture quedaron atrás, ahora la luz es para los sueños que escogieron la playa como su mejor estilismo.
En el Infierno, el trono lo ocupa el editorial que robó quimeras; el que nadie comentó; el que flota como aroma delicado; el que entiende que la ligereza de la moda está en sus telas y no en su contenido y el que abraza la belleza de un movimiento que explota bajo la ternura del color.
Y así esa aventurera vivió para siempre, leyenda inerte del pensamiento escrito en papel couché, parisina de corazón. Tuvo su final feliz, el que toda vida anhela, el que sólo la memoria inspira... la más dulce caricia que ha otorgado la eternidad.

GUERRERA DEL ESTILO

Los ojos que no pueden creer lo que ven son una constante en los desfiles de Comme des Garcons. Atónitos, esperan una señal que los devuelva a la realidad de la que provienen, mientras se humedecen a sí mismos esperando un milagro que les explique semejante sueño. La realidad como la conocemos no existe en el corazón ni en la mente de esta gran mujer del diseño, guerrillera del estilo, gladiadora y guardiana del concepto más puro, y asesina despiadada de la tendencia.

Rei Kawakubo es el idilio amor-odio entre el oriente y el occidente, la guerra y la paz nunca entendidas pero hilvanadas en una misma prenda. Su talento, es el arma más eficaz en la batalla que se ha planteado a sí misma. Rei es la guerrera poderosa que tomó su cetro de reina rompiendo con toda tradición y norma, desafiando la corriente.

Las prendas que salen de su mente no son juego de simpleza y mercado, al contrario, son una complicada explosión de ingenio y visión a la que bautizó chic post-nuclear. Ese que no se sabe pero se entiende y que hace palpitar el corazón a mil por hora. Es un hongo de humo explotando cada vez que alguien toma una nueva vida al ponerse una de sus piezas. Una vez conocido, no se olvida nunca.

Es la única capaz de llevar hasta el cielo a las mujeres sin la necesidad de erigirlas en tacones inmensos. Es quien sabe que lo chic, explota en el corazón y su efecto se refleja en el andar diario, en el respirar y en el camino que uno sigue.

Larga vida Rei...

LA LISTA

El atardecer llega y con él, el deseo irrefrenable de poseerlo todo. El "todo" parece mucho, pero en el interior de una pequeña gran mente, tan sólo significa una que otra cosilla que esbozaría la sonrisa más encantadora y el destino más prometedor. Superfluos, hilarantes y maravillosos, así son los deseos que conforman LA LISTA, un delicado pedazo de papel que actúa como el mejor relajante del Infierno. Hagan una y verán como un "todo" parece poco, porque quien la escribe lo merece y porque adquirirán la fuerza necesaria para conseguirlo (aunque sea por un momento).

1. Un bolso con un color delicioso. Éste de Mulberry podría ser...

2. Las piernas de Raquel Zimmermann.

3. El trabajo y la sofisticación de Kate Lanphear (editora de moda en la revista ELLE).

4. Los zapatos de Roger Vivier.

5. Un minuto con Yves Saint Laurent.

6. Pantalones amplios.

7. Un café con Diable (te extraño).

8. Una semana en París con mi amor.

9. Revistas, revistas y más revistas.

10. Una gran oportunidad.

MUSA

Un día fue a dormir sin saber que nada sería igual nunca más, que nada de todo lo que vivió hasta entonces sería manchado de nuevo con la palabra realidad y que a partir de ese momento los sueños regresarían zurcidos con hilo, los suspiros como botones y las sonrisas estampadas en las telas más exquisitas. Fue entonces cuando nació la musa...

De Miuccia Prada para el mundo...

EN SU DEFENSA

No soy perfecta. ¿Pero quién lo es? Ni siquiera Ghandi lo fue. ¿Por qué me hace menos humana el hecho de amar la moda? Tú adoras luchar contra el hambre y yo adoro la historia de Chanel. Me llamas tonta y yo creo que te sobra el juicio. Déjame decirte algo: El mundo de la moda es más que "marcas", que anorexia y bulimia, que tendencias mortales. El mundo de la moda es la leyenda de seres que lucharon por alcanzar sus sueños, de la manera más sublime, de la forma más etérea. Aquí también se sufre... ¿o es que crees que el rechazo no duele, que la inseguridad no existe, que el fracaso no va carcomiendo nuestro futuro?

Te empeñas en pregonar que quien se dedica a ésto no tiene corazón, que no tiene cerebro, pero no hay más corazón rojo que el que late por el arte y no hay más cerebro poderoso que el que piensa para crear. Sí, me enamoro de un par de pantalones, pero también me enamoro de un hombre, de una familia, de un amigo. Sí, mis ojos brillan cuando veo un bolso de Louis Vuitton, pero también lloran de noche al saber que los problemas no se hacen menos. Sí, me obsesiono por unas suelas rojas, pero lucho todos los días por alcanzar el cielo sin ellas. Enfrento los miedos igual que tú, sólo que a mí me gusta verme mejor. Me culpas de tantos crímenes y no te das cuenta que una fotografía es sólo eso. Tus hijos necesitan de ti, de tu visión, no pretendas que yo eduque la vida que sólo tú decidiste crear.

Mi trabajo es tan respetable como el tuyo. El mundo sería mejor si todos tuvieran la maravillosa oportunidad de hacer lo que verdaderamente aman. Yo la tengo, no me la quites con tus juicios absurdos. Dentro de mi ambiente, también hay impostores, traidores que ensucian el lienzo de los verdaderos artistas. El tuyo no se salva, sé que también sufres por la atención desviada hacia quien no la merece. ¿Te das cuenta de que no somos tan diferentes? No salvo vidas, pero vivo la mía, igual que tú. Al final todos buscamos una sóla cosa: la certeza de saber que existir tiene sentido. Qué más te da que yo lo busque en una pasarela.

Intento sobrevivir, ayudar a los míos, taer un pan a la mesa, conservar un techo sobre mi cuerpo. Perdóname por no ser como tú. Esque tengo derecho a ser diferente. A veces creo que eres demasiado egoísta, quieres que mire a través de tus ojos, pero no es mi historia la que debes cambiar. Es la de aquellos que se empeñan en dañar lo que amas, los que nacieron sin alma, los que no tienen camino sin odio. Dedico mi tiempo a ser una mejor persona a través de las telas y las letras, porque lo que hago me alimenta, me inspira y me hace sonreir. ¿De verdad eso no significa nada?

Eres de los que piensa que la moda es un instante, que se muere como un suspiro en el viento, que desaparece a merced del capricho masivo. La moda es historia, tan antigua como el hombre y su necesidad de cubrir el pecado, tan longeva que nunca tendrá fin y tan cambiante que jamás será la misma. Ella es omnipresente y se ríe de todos los que la amamos y de todos los que la odian. Se ríe de ti y de mi. De mi por encumbrarla y creerla perfecta, de ti por repudiarla y creer que no te pertenece. Pero la ironía es tuya al pensar que le das la espalda y al no darte cuenta que dentro de tu círculo también existe. Porque sin importar lo que lleves puesto, TÚ has sido el creador de tu propia moda, de tu propio estilo. Así de perversa es.

Estoy cansada. Harta de leer, de escuchar, de sentir en las miradas ajenas que lo que hago no vale la pena. El veredicto que sentencias sobre mi labor, no dice nada de mí. Habla más de tu ingenuidad, de la ignorancia victimaria de tu propia esencia. Deja de pretender que sabes de lo que hablas y si tanto te molesta mi mundo... ¿por qué le das tanta importancia?

MA CARINE, MON AMOUR

Cada vez que pienso en la revista perfecta para pasar un gran momento me viene a la cabeza la Vogue Paris. Es como caminar en una gran galería y disfrutar con tan sólo dar vuelta a una página, de un mundo lleno de ofertas artísticas, de golosinas hermosas disfrazadas de mujer y con la penitencia más dulce impresa en papel couché.

Nada de todo este sueño sería posible sin el ingenio, el talento, y la magia en la mente de Carine Roitfeld. Ella, la escapista del divismo, la reina del outfit que no se olvida y la alquimista de la belleza extraña, arrobadora, única, perversa, pérfida y divina. Mi adorada Carine que con sus ideas sencillas, nunca rebuscadas, desencadena los anhelos más complejos y ansiosos de realidad. Mi hermosa Carine, esa que publica una receta de cocina o una foto sin maquillaje de sus grandes ninfas. Carine la desdeñosa del estrellato atómico y ensordecedor, la Roitfeld... mi Roitfeld.

Para mi es una de las más grandes influencias en la estética de finales del siglo pasado e inicios de éste, es la encarnación del sexy seguro de sí mismo, de las piernas que te atrapan como tenazas para no soltarte nunca, de la melena húmeda sobre tu torso y los labios de carne que te prometen todo el mundo. Es el ojo ahumado que clarifica todo. Es la pena eterna que no cuestiona un segundo de gloria. La hipnotizadora de los genios, musa de todos los Testinos y Fords que siguen surgiendo. Musa de las musas y dama de honor de este Infierno Chic.

La Roitfeld, la que no quiere nada y lo tiene todo.

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JUST FOR FUN

GLORIOSO MCQUEEN

A este diabólico fauno le han dicho de todo: misógino, irreverente, insolente, enfant terrible e inadaptado. También lo han usado todas, desde Gwyneth Paltrow y Sarah Jessica Parker hasta Björk. McQueen no es sencillo, trabaja con y para la belleza impúdica, esa que no tiene miedo, esa que sólo tienen algunos y que no respeta posturas cuadradas ni criterios cerrados.

Espectros, bailarinas, diosas griegas y ninfas...

Alexander cabe en una cajita siempre y cuando sepas acomodarlo, puede ser el vestido que absolutamente nadie olvidará y que te convertirá en un mito de la noche y la fiesta. A su vez, también puede ser la maldición que te persiga si no eres una chica o chico McQueen y te empeñas en serlo. Nuestro demonio conoce a la perfección los encantamientos más inusuales y los borda sobre las telas de tus sueños.

Flores, hadas, emperatrices, brujas y domadoras...

Es la gloria de muchos que ansían tenerle como llave del estilo y que no dudan en usarle para sus propósitos, aunque sea él siempre el absoluto vencedor. Que lo alaben o lo repudien es lo de menos, y lo supo desde el momento en que Isabella Blow le dijo a su madre: "Sra. ha parido usted al Yves Saint Laurent de esta generación".

Alexander el hechicero

Es la mirada oscura que descubre la luz más pura... la luz de quien goza usar una de sus prendas...

LA DIVINA WERBOWY

Daria tiene el rostro que no cansa, el que puede mirarse en infinitas fotografías y nunca parecer el mismo, aunque siempre sea hermoso. Sus ojos son el manto azul que cubre el candor de una sílfide del modelaje y la pasión de una experiencia aprendida en un mundo donde la vejez se alcanza rápidamente y el rechazo duele más de lo acostumbrado. La mirada Werbowy se centra en el alma y dispara el ángel que repara corazones rotos dispuestos a rendir pleitesía. Daria es dueña de la belleza que piensa, la que no se juzga y que no se pierde con el tiempo, la que vive en un instante y deja huella eternamente. Ese cuerpo, delicado y poderoso, carga la tristeza sensual de Polonia, su lugar de nacimiento; mientras su mente, humilde y pacifista, embelesa la devoción tranquila de un ciudadano canadiense.

Es auténtica, con original y sin copia, de estilo informal y gusto establecido. Ella es única entre las grandes, mírenla con sus veintiún portadas de VOGUE a cuestas; con su esencia inspiradora de Chanel e Yves Saint Laurent; con su récord de pasarelas recorridas durante una sola temporada. La apariencia ideal de Prada, Versace, Louis Vuitton y Gucci, por mencionar algunos, ha encontrado realidad concreta en esta mujer-quimera de altura celestial y medidas infernales. Daria es el deleite de los artistas que no se cansan de buscarle formas inconcebibles a la hermosura que desafía la creatividad y que regala los recursos para escapar de la monotonía. La imagen Divina es siempre sexo que se tiene por placer, hoja en blanco atrapada en un par de pómulos perfectos, talento excesivo para transformar la moda en arte.

No necesita ser rubia para que el triunfo caiga rendido ante su altar de fuerza y suavidad. Tiene la capacidad de ser lo que el paso de los años han dejado atrás y lo que el empeño de la moda pretende regresar: el espíritu hippie, la elegancia de una diva del cine, el atletismo de una silueta atrapada en el siglo XX, el movimiento delicado de un clásico. Todo aquello que sea imaginado por las fantasías del diseño y la fotografía, por el ingenio de los genios que no dudaron en reconocer el porte de una chica inconsciente de su esplendor. Daria Werbowy lleva tatuada la lógica del origen indescifrable porque ella pertenece a un algo que va más allá de la obviedad de la Tierra y la explicación de los números. Le apodan "La Divina" y ella es... la obra de arte que respira.

ALMA COM-PRADA

La veo desde aquí, y sonrío nada más de pensar en todos los mundos que diariamente pasan por su cabeza. Miuccia, una de mis diablas consentidas siempre haciendo de las suyas, riendo, gastando bromas a diestra y siniestra y jugando con los sueños de miles de amantes de la moda que la idolatran allá en la tierra.

Rostros brillantes de ninfas que leen a Jelinek y saben quién fue Duschamp

Y es los nativos de este Infierno Chic conocen a la perfección el efecto que tiene una prenda concebida para generar gracia, producto de la confabulación de la imaginación y el corazón. Por eso todos las quieren, por más extrañas que parezcan, porque son como latidos del corazón.

La mirada perdida de quien vive para soñar y sueña para vivir

No hay que olvidar que nuestra niña diabólica es una politóloga que durante largo tiempo compaginó su vida como estudiante con su incipiente incursión en el mundo del diseño. Esa es la causa por la que sus piezas se convierten en must, son diseñadas para la mujer segura de sí, divertida y ansiosa de conocimiento, de exploración. La que es diferente y no busca serlo gracias a un vestido o un turbante, lo es simplemente y por eso le usa.

Medias que no son medias en mujeres feas que no son feas

Sus hombres y sus mujeres poseen ese extraño sex appeal con el que se nace y que no puede conseguirse en ninguna boutique. Es la fealdad chic y la excentricidad a flor de piel, la magia degradé y las plumas en la piel. Ese beso que nunca se promete y todos ansían en la boca de todas las Pivovarovas del mundo.

Miuccia gracia en Prada

La Diablesse y yo le amamos tanto que la dejamos hacer lo que quiera y cuando quiera, ya que sueñe con palacios árabes o nerds sensuales. Anda niña juega, riéte de todos, cuenta tus cuentos...

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MODEL PROFILE

El poder de la belleza no miente. Hace del tiempo su mejor amigo. Enamora con el beso frío de las hojas de papel entre los dedos. Desnuda la perfección y se niega a mirar de frente, porque cuando lo hace obliga a rendir el tributo divino que merecen las musas. Mujer hermosa, mujer lejana.

El estilo vive esclavo de la imagen, del cigarro que termina, del humo consumido por la personalidad arrolladora. Un rostro ideal que, después de admirarlo, hay que castigar con el imposible olvido porque deja en el alma el tatuaje doloroso de la belleza inalcanzable.

Un editorial de sueños encumbrados, de Erin Wasson y de intimidad. Imágenes que arrastran el fantasma de la sencillez y del esfuerzo desaparecido. Equilibrio total entre el deseo de observarla en soledad y la rabia de no tenerla, de no ser ella. La condena se lleva a través de los ojos porque Erin se queda impresa en el momento capturado para una revista y no en la cama vacía que respira a nuestro lado. ¡Extraordinaria!