El trabajo es una actividad que requiere de un periodo relajante para continuar siendo afable y redituable. Así pues llega un momento en la vida de cualquiera en el que se necesita respirar nuevos horizontes para persistir en la desgastante evolución del ser. No importa si se es la Reina del Mal, a veces surge la necesidad de mezclarse con la mortalidad para sentir que la sangre corre. Sin embargo, las sociedades y sus individuos sobreviven víctimas de la rutina entremezclada con la "actualidad" y el resultado se convierte en un repetido desastre que además de cansar, produce gastritis. Después de caminar por las calles y recorrer aparadores durante los únicos días en que la muerte puede conjuntarse con la vida, se concluye desde el Infierno una lista de arquetipos estilistas que no se quieren volver a ver. Es una orden.
*Las melenas exuberantes rizadas con tenaza que añoran la suavidad de las ondas pero que tan sólo consiguen el bucle de María Antonieta. Mejor y más chic el cabello recogido en una sencilla cola de caballo. El corte al estilo Ms. Beckham, ya también, provoca náusea.
*El romance que mantienen los pantalones pitillo y los zapatos flat. Una pareja demasiado punk y poco suculenta. Abran paso a los jodhpurs y a las maravillosas plataformas o botines invernales. La pereza no es un estilismo, Kate Moss sólo hay una.
*Acción legal para quienes gusten portar la bolsa, los zapatos, el cinturón y demás accesorios del mismo color. El cáncer de cólon no es agradable y eso es lo que produce ver tanta falta de imaginación. Con un capítulo de Sex and the City basta para saber que hay infinidad de opciones y muy pocas reglas.
*La reproducción apócrifa y fatídica de cuanta bolsa hecha por LV, Chanel, Fendi, Coach y Burberry hay sobre la Tierra. La falsedad de una lágrima se percibe en el corazón, así que un accesorio de origen desconocido también grita a los cuatro vientos que proviene de un mercado y no de una boutique. No engañan a nadie.
*Si Lindsay Lohan es su ícono de estilo continúe usando los leggings, pero por favor no se autoproclame amante de la moda, ofende a quienes sí lo somos.
*Los peep toes son hermosos pero cuando ya los llevan puestos todas y cada una de las conductoras, actrices y demás castigos televisivos, lo mejor es cambiarlos por unos Mary Jane con medias variadas o, si el presupuesto lo permite, estos espectaculares Louboutin (foto). Refrescar la pupila es bueno de vez en vez, además crea un abismo entre lo tendencioso y lo maravilloso.
*Hay cosas en la vida que sólo conciernen al yo interior y no a terceros. El exceso de grasa acumulada en el área abdominal y que se presume como vientre trabajado en prendas de talla inferior a la ideal es una de ellas. Que las carnes se queden en los rastros o, en su defecto, dentro de varias capas de tela. No tengan miedo, ya casi es invierno y lo dijo Marc Jacobs.
*Dejen de pintarse las uñas color chicle tutti-fruti, ya fue y no volverá a ser. Un tip: Si Shakira lo hace, lo usa o lo compra, es el indicador perfecto de que es momento de cambiar. El barniz Le Megnetique de Lancôme es fabuloso, dénle una oportunidad. Las uñas postizas, TAMBIÉN entran en esta categoría.
Sólo Picasso pudo crear un cuadro como Le Demoiselles d'Avignon; sólo Gaudí pudo construir la Sagrada Familia; y sólo Miguel Angel pudo esculpir la majestuosidad del David. Sin embargo, cada ser humano, sin importar su origen, es capaz de ser creación y creador al mismo tiempo. La individualidad y autenticidad de las almas surge a través de elementos tan sencillos como la ropa, porque ella es el lienzo y el mármol que necesitamos para transmitir nuestra propia esencia. ¡Inténtenlo!